¿Recuerdan Saturday Night? Seguramente no. Yo tampoco. Fue un programa estadounidense que vio la luz en octubre de 1975 en Estados Unidos, y que cambiaría para siempre la forma de hacer televisión al ser el primer show de comedia y variedad en vivo. En esta ocasión, el director Jason Reitman (Juno) realiza una película biográfica sobre la filmación del primer programa de Saturday Night, mostrando todas las adversidades que cargó el productor Lorne Michaels para llevarlo a cabo. Y créanme, es mucho más interesante de lo que parece.
Con un gran repertorio de actores (más de 40), Jason Reitman logra hilar de manera magistral las diversas situaciones por las que el crew del entonces sin nombre Saturday Night pasó aquella noche. Y esto es increíble, porque no solo logras entender lo que está pasando en pantalla, sino que genuinamente sientes interés por personas y sobre un programa que (probablemente) nunca viste.
Es la noche del 3 de octubre de 1975. Lorne Michaels (Gabriel LaBelle) es el productor de un programa sin nombre que llega al estudio de NBC para terminar los preparativos antes de que sea transmitido en poco más de 90 minutos. Ahí se encuentra con Rosie Shuster (Rachel Sennott), escritora del programa y esposa de Lorne, la cual nos da a entender que su atropellada relación está a punto de enfrentarse a diversos problemas, pero seguramente nunca imaginó que un pequeño incendio, un actor que no quiere firmar su contrato, una supervisora católica que detesta el uso de lenguaje soez, un cronograma sin terminar y productores ejecutivos que no tienen fe alguna en el programa se interpondrían ante ellos esa noche.
Lorne deberá unir a Chevy Chase (Cory Michael Smith), Gilda Radner (Ella Hunt), Dan Aykroyd (Dylan O’Brien), Laraine Newman (Emily Fairn) y John Belushi (Matt Wood) para lograr transmitir en vivo la idea soñada de Lorne, la cual se convertiría en el exitoso Saturday Night.
La película no solo aprovecha al máximo su extenso cast, sino que los impulsa a ir mucho más allá bajo la dirección de Jason Reitman. Me gustaría destacar de igual manera la honestidad con la que abordan diversas situaciones, como el abuso de poder de parte de Milton Berle (interpretado por el increíble J.K. Simmons), en donde no maquillan el abuso de poder que ejercía dentro de una cadena tan grande como lo es NBC.
Los personajes se encuentran en un punto donde no son nadie ante los productores y la cadena. Solo son unos ‘simples’ comediantes con una oportunidad que nunca se hará realidad, pero es aquí donde abunda una comedia inteligente por parte del guión, pues no solo logran sobrellevar la situación con risas, sino también burlándose de ellos mismos, logrando formar un lazo de empatía en el espectador con varios de ellos.
Además, veremos varias caras conocidas, desde Willem Dafoe hasta Finn Wolfhard, formando un repertorio único que no solo logran personificar las personas a las que representan, sino que lo hacen de una manera estupenda. Como película biográfica no solo hicieron una labor de investigación profunda para llevarla a cabo, sino que el parecido de los actores con los reales es impresionante.
Recomiendo ampliamente que descubran por sí mismos la magia que Saturday Night: La Noche que Cambió la Comedia tiene, pues es simplemente divertido e impresionante. Quizás algo irrepetible.
¡Ya puedes ver Saturday Night: La Noche que Cambió la Comedia en cines!